Muy buenas,
Comparto con vosotrxs el texto de una compañera, se adapta perfectamente a lo que pretendemos conseguir en ASHEF.
Gracias; Anónima.
«Un lugar seguro, donde crecer juntas»
Nos creemos revolucionarias porque vamos a asambleas
porque rompemos con los moldes y nos rapamos la cabeza
porque montamos un grupo no mixto y hacemos autodefensa
porque nos decimos muy bien solas o en parejas abiertas
porque leemos fanzines y organizamos cafetas
y porque llevamos mensajes escritos en las camisetas.
Y llenándonos la agenda
ocupamos nuestros días
pensando que lo hacemos todo
mientras destrozamos algunas vidas.
Porque quizás seamos revolucionarias
cuando no utilicemos la militancia
para inflar nuestros egos
para sacarnos carnets y enseñarlos luego
para señalar en las otras cada contradicción
―porque ellas necesitan deconstruirse, tú no―.
Quizás seamos revolucionarias cuando aprendamos
a mirar de frente y no juzgarnos
a no volcar en otras nuestros dolores
antes de trabajarlos
a estar cuando nos necesitemos
a cuidarnos
a llorarnos sin diques
a confiar y mostrarnos.
Pero sin revisarnos los adentros
―porque aterra lo que encontramos―
así transitamos la vida
entre farsa y autoengaño
como bombas de relojería
explotando y haciendo daño.
Porque al final del día
sin el disfraz de activista
desnuda frente al espejo
solo yo, mis miserias, carne y hueso
vulnerable y con miedo
a veces me falta el aire
y siento que no puedo.
Un golpe, aguanta
dos golpes, al suelo
levanta, sigue, lucha
y recuerda por qué estás en esto.
Quiero ser para otras un lugar seguro
donde curar heridas
para enfrentar el mundo
donde crecer juntas
con apoyo mutuo
donde poder fallar
sin encontrar puños.
ASHEF blog 
Hola Ani, t escribo par responder a tu peticion. Por supuesto lo borrare hoy, tranquila; tu nombre y tu comentario. Te mencione como agradecimiento y respeto hacia tu texto. Saludos
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Si encontrar un lugar en el mundo con unas ciertas garantías de bienestar ya resulta difícil conseguir que ese lugar sea seguro y proporcione las condiciones para la felicidad comunitaria de quienes lo habitemos suena a reto mayor. Nos ponemos las pilas y los mejores deseos para que esto sea posible pero no es o no será hasta establecer un planning en comun y un trabajo de grupo si el principio segurizante se convierte en algo realmente seguro. De muchos proyectos cooperativistas sus mayores problemas han venido dados no tanto por lso factores externos de adversarios a las innovaciones sino de disputas internas. Dejarlo todo a la improvisación y a la libre espontaneidad (lo de “entre todoas ya vamos haciendo o lo haremos todo”) suele demorar el sueño por intenso y comun que sea.
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